top of page
  • Foto del escritortraberitea

Ideas de estimulación 0 a 2 años

En esta entrada de blog queremos proponeros algunas ideas para divertiros con los y las peques de menos de 24 meses en vuestra propia casa.


Seguro que a lo largo de estos meses de confinamiento ya habéis exprimido al máximo su compañía y os ha dado tiempo a ver grandes cambios en el desarrollo de vuestros hijos e hijas. Pero, por si todavía no habéis explorado alguna de las siguientes actividades, aquí os dejamos varias propuestas: escogedlas y adaptadlas en función del nivel de desarrollo de vuestro bebé, de su edad y, en general, de lo que más os guste hacer en familia. En todas ellas podéis incorporar a hermanitos y hermanitas mayores.


Ante todo, no olvidéis que es esencial que tanto vosotros como vuestros hijos/as disfrutéis de la interacción, y por eso os recomendamos priorizar las actividades que penséis que serán más agradables, sin obligación de conseguir nada en particular y sin plantearse metas demasiado ambiciosas.


Por otra parte, también es positivo dejar tiempo a nuestros hijos e hijas para que se aburran y encuentren sus propias formas de entretenimiento. No todos los días tienen que estar llenos de actividad ni estimulación programada.


Podéis empezar por elaborar una lista de actividades que sabéis que a vuestro/a peque le gustan, y que conoce ya, aunque no es necesario que las tenga totalmente incorporadas ni dominadas. Esta lista servirá como una base a partir de la cual podréis imaginar cómo enriquecer las actividades e ir introduciendo diferentes variaciones en ellas.

Juegos de interacción

Canciones infantiles

Podéis escoger canciones infantiles que ya conozcáis o que os gusten, priorizando aquellas que estén en vuestra lengua materna. Si no se os ocurre ninguna que os guste particularmente, podéis tomar ideas de películas o programas de TV infantiles.


Preferiblemente, haced los gestos o pequeños bailes personalmente, es decir, sin pantallas, aunque estas os sirvan como primera inspiración. También podéis inventar vuestras propias canciones infantiles con sus gestos asociados. Podéis animar a los peques a hacer los gestos, acompañándolos parcial o totalmente en ellos: cogiendo sus bracitos o piernas y meneándolos en el aire, etc.


La idea es exponer a los peques a canciones y gestos con los que poco a poco se vayan familiarizando, sin importar mucho el contenido particular de éstos. Podemos repetir todos los días las mismas canciones para que puedan memorizar las palabras y la melodía.

Un buen ejemplo es esta compilación de canciones con gestos de Cantajuego.


Poco a poco, podéis ir dejando tiempo antes de seguir cantando y gesticulando para que surjan del propio peque iniciativas comunicativas, aunque sean solo aproximaciones. En el caso de que aparezcan, podéis reconocérselas felicitándolos y continuando con la canción.

Como las canciones son actividades previsibles (siempre las mismas letras y los mismos gestos), vuestro hijo o hija podrá anticipar su continuación y generar sus propias iniciativas a partir de ella (agarraros de la mano, buscar vuestra mirada, vocalizar, completar un sonido, decir “más”…etc.).


Una idea añadida es construir un librito de canciones: cada página correspondería con una canción y se representa mediante un dibujo. Dejad el libro abierto en la página correspondiente cada vez que cantamos una canción y llevad la atención de vuestro bebé a ella. Después podéis guiarle para que os indique qué canción quiere que cantéis, señalando la página correspondiente.


Las canciones también pueden completarse con el uso de marionetas para dedos, que se pueden elaborar de forma casera.


Juegos físicos

Podéis instaurar con vuestro bebé una rutina de juegos físicos: un mismo recorrido simple que se repite cotidianamente, asociando gestos o movimientos con vocalizaciones o palabras.

Algunos de estos juegos podrían ser hacer el avión, el cucutrás, aserrín-aserrán, la silla de la reina, cinco lobitoso cualquiera que inventéis.

Cuando el o la peque haya comprendido bien la rutina, podéis, como para las canciones infantiles, dejar tiempos de pausa en los gestos o vocalizaciones y esperar a que él o ella pida la continuación (a través de la mirada, de un gesto, de una vocalización…).



Juego con pelotas o balón

Aunque vuestro peque todavía no camine ni juegue con balones, podéis colocarlo frente a vosotros, a 1 metro de distancia aproximadamente y lanzarle una pelota no muy grande (15-20 cm de diámetro), de manera que alcance a cogerla con las dos manos.


Si esto aún no le interesa mucho, podéis probar con pelotas sensoriales: que suenen, que brillen con luces o texturas de modo que capten su atención. También podéis repetir a cada vez la frase “me toca” o “te toca”, a la vez que señaléis a quién le toca recibir la pelota. Si es necesario, podéis guiarle, colocándoos detrás y haciendo el movimiento con él.


Una vez que se controla esta etapa, se puede ir cogiendo más distancia poquito a poco, botar la pelota o variar su tamaño.

Si el peque ya puede mantenerse de pie, podéis jugar a la pelota señalizando la zona de juego con algún soporte visual (como una cinta de color, un aro…etc.). Recordadle que abra las manos cuando lance la pelota y que no la pierda de vista. Incluso podéis crear vuestras propias pelotitas con un saquito relleno de arroz o arena. Del mismo modo y siguiendo las mismas etapas que antes, puede aprender a recibir pases de pelota.


Por último, si el equilibrio del peque ya es bueno, podéis practicar cómo chutar el balón con el pie, cada vez más lejos y más fuerte, sin apuntar a ningún sitio concreto.



Lectura de cuentos

Es preferible que él o ella escoja el cuento que más le guste, aunque sea siempre el mismo. Permitidle que lo coja y que lo manipule de manera autónoma: puede decidir qué imagen quiere mirar y cuándo quiere pasar de página. Siempre es conveniente adaptarse a sus intereses y a su ritmo.


Podéis simplemente nombrar lo que aparezca en la imagen o hacer una onomatopeya mientras señaláis aquello a lo que queréis referiros. Así, se puede estimular:

  • La comprensión del lenguaje: preguntando, por ejemplo, “¿Dónde está el burro?” para que sea él o ella quien lo señale en la imagen.

  • El lenguaje expresivo: mediante preguntas como “¿Qué es esto?” mientras se señala una imagen conocida por él o ella.

Es importante darle la respuesta rápido si se hace evidente que no la conoce o no la recuerda, y que sea siempre la misma, evitando en la medida de lo posible el uso de sinónimos. Progresivamente aumentará su repertorio de palabras en comprensión y expresión y podremos ampliar significantes y significados.

Ajustad vuestro nivel de lenguaje al de vuestro hijo: por ejemplo, si utiliza palabras sueltas, utilizad palabras sueltas. En algunas ocasiones será positivo ampliar las verbalizaciones, esto es, repetir lo que el o la peque ha dicho y añadir algo más (p. ej. “Pájaro” – “Sí, pájaro! Un pájaro verde”).


Otra idea divertida es crear vuestro propio cuento. Empleando cartón, pegatinas, pinturas…etc. para incluir los elementos que más que le gusten al peque. También se puede jugar con los pliegues de una hoja de papel y crear diferentes animales con los que contar historias.

Os dejamos también nuestra pequeña biblioteca, en la que hemos recogido algunos cuentos sobre el valor de la diversidad que podéis contarles a vuestros peques.


Juego simbólico

Estimular la capacidad de imaginación y representación simbólica es importante para el desarrollo intelectual y verbal de los más pequeños. Mientras se hace juego simbólico, se desarrollan imágenes mentales y representaciones abstractas sobre el mundo real.


Para jugar con la imaginación podemos utilizar cualquier material que tengamos en casa: cajas de plástico, cajas de zapatos, utensilios de cocina, cepillos, biberones, herramientas…etc.


Algunas opciones de juego simbólico son: las cocinitas, los coches (carreras, aparcar, desplazarse por un circuito), fingir que se llama a alguien por teléfono (¡incluso con un plátano!), hacer actividades de bricolaje, cuidar de un bebé, actuar con marionetas, desempeñar diferentes profesiones (médico, profesora…), o imitar a animales.

Todo ello se puede completar con disfraces, complementos o incluso con maquillaje.


Si utilizáis dos objetos iguales, uno para el bebé y otro para el adulto, favoreceréis la imitación. Empezad por actividades que vuestro hijo o hija conozca en ese momento, ya que le serán más fáciles de imitar. Podéis jugar vosotros/as mismo/as, enseñándole secuencias cortas y simples de movimientos. Repetid estos juegos todos los días antes de añadir variaciones, narrando lo que vais haciendo o lo que va haciendo vuestro bebé. Poco a poco será más probable que las imitaciones se hagan más frecuentes, espontáneas y exactas. Además, ¡son una oportunidad fantástica para reíros juntos!

Juegos motores

Manualidades o actividades creativas

Cuando el bebé empieza a dejar de llevarse a la boca los objetos, es buen momento para empezar a manipular materiales como el papel, el cartón, las pinturas, etc. para estimular su motricidad fina y sus destrezas visoespaciales. Algunas ideas pueden ser:


  • Hacer bolitas de papel o romper hojas de periódico.

  • Trasvasar agua, lentejas, cubos, perlas… de un recipiente a otro con cucharas o embudos; pasar macarrones de un vaso a otro con los dedos.

  • Pintar con los dedos variando los soportes (papel, cartón, pizarra, tabla…), utilizando rotus, lápices, pinceles, ceras, pinturas en diferentes posturas (de pie, tumbado o sentado).

  • Hacer collares o pulseras (cuanto más pequeño sea el niño, más grandes deberían ser las cuentas que utilicéis).

  • Abrir y cerrar las tapas de los rotuladores.

  • Abrir y cerrar el tapón de las botellas.

  • Pintar pinzas de tender por un lado y engancharlas en una hoja, clasificadas por color.



Juegos de construcción

  • Con cubos: hacer chocar unos cubos con los otros, vaciar y rellenar los cubitos de un cubo grande, hacer una torre (cada vez más alta), hacer un tren alineando los cubos, hacer una pirámide, etc.

  • Con lego u otros similares: juntar dos o más piezas, hacer una figura con un modelo, hacer una figura inventada y crear una historia con ella.

  • Trenes y raíles: juntar dos raíles, construir un circuito con los raíles, poner el tren encima y moverlo, inventarse una historia con el tren.

Con este tipo de actividades, ayudaréis al peque a desarrollar su motricidad fina, la imitación en el uso de objetos y los turnos en el juego. Además, podéis practicar onomatopeyas (por ejemplo, cuando se caen las piezas de una torreo), hacer bromas, aprender los colores y ensayar las peticiones (que pueden ser desde un simple contacto visual hasta una verbalización).



Circuitos de motricidad

Para los peques puede ser muy divertido convertir la casa en territorio de juego. Podéis construir un circuito de motricidad con cosas que ya tengáis, con el objetivo de permitir que el niño o la niña progrese en función de su nivel actual de desarrollo motor. Si todavía no tiene competencias de imitación motora, organizad movimientos muy simples que podáis guiar físicamente con él o ella.


Para peques menores de 2 años, no es conveniente poner muchos elementos en el circuito: podéis empezar con unos 3 o 4 objetos. Haced siempre una demostración al principio y acompañadle cada vez. Si manifiesta comodidad y seguridad, os podéis alejar un poquito, manteniéndoos siempre cerca en los elementos más difíciles.


Podéis:


- Variar el tipo de suelo para que el bebé sienta diferentes texturas y sensaciones y que mantenga el equilibrio en todas las superficies. Podéis utilizar alfombras de diferente grosor, cojines, mantas o edredones, hueveras vacías… etc.

- Variar la altura: colocar una mesa baja y que pase por debajo, situar objetos para alcanzar encima de banquetas, hacerle rodar sobre la cama, etc.

- Variar las distancias: para marcar dónde deben colocar los pies podemos colocar cuerdas, trozos de cartón, celo de colores para hacer líneas, pintar huellas de pies y de manos… etc.

- Variar las propuestas: caminar de lado, hacia detrás, correr alrededor de la mesa.etc. Para los peques mayores de 22 meses podéis proponer saltos en el sitio, pequeños saltos hacia delante, etc.

- Incluir escaleras si son accesibles y seguras. Si vuestro bebé aún no camina o no se siente con seguridad, puede subir escalones a cuatro patas hacia delante y bajarlos a cuatro patas hacia detrás. Después de los 18 meses, si ya camina, puede subir escaleras con ayuda. Si ofrecéis únicamente los índices, en lugar de toda la mano, podrá soltarlos por sí mismo cuando se encuentre preparado. Por supuesto, siempre es aconsejable proteger su cuerpo en la medida de lo posible, por si se cae o tropieza.


Ejemplos de circuitos motrices que podemos montar con alfombras, sillas, mantas y cajas de cartón:



Baile

Elegid canciones que conozcáis y que os gusten, y dejaros llevar. Al principio, mejor proponer gestos simples y poco variados, sesiones cortas con movimientos que cambien de manera regular para evitar que el bebé se canse demasiado. Alternad momentos en los que imitéis sus movimientos, con otros en los que sea él o ella quien os copie.

Podéis emplear accesorios (disfraces, maracas…) para crear una pequeña rutina de vestirse y desvestirse, antes y después del baile, que favorezca la autonomía y la motricidad fina. Podéis aquí también dejar pausas y parar la música para que el peque pida más o se anticipe a los siguientes pasos de la coreografía. Seguro que este ejemplo os suena.



Juegos sensoriales


Los y las peques de 0 a 2 años exploran el mundo a través de los sentidos, de modo que proponerles actividades sensoriales puede ser una fuente de placer y también de aprendizaje. Las propuestas siguientes se pueden adaptar en función de los intereses y de las particularidades sensoriales de cada bebé:


  • El “toca-toca”: poned objetos y texturas diferentes en el suelo (esponja, papel, trapo, plastilina, corcho, lentejas…) y dejad al bebé explorar estas texturas con sus manos. Puede ser útil elaborar un tapete sensorial para tocar con las manos o incluso con los pies.

  • Masajes: los momentos más adecuados para hacerlos son los de más tranquilidad, como después del baño o antes de la siesta, evitando que justo después de comer o cuando se encuentre muy activo.

  • Balanceos: podéis utilizar una sábana como una hamaca para balancear suavemente al bebé, incluso con ayuda de otra persona, o bien utilizar vuestros propios brazos.

  • El baño, el cambio de pañal: conviene que se conviertan en rutinas que puedan servir para enseñarle diferentes partes del cuerpo (los ojos, la nariz, la boca, los pies), incorporar canciones que vayan acompañando cada paso, etc.

  • Juegos en el agua: podéis hacer trasvases de juguetes y líquido de un recipiente a otro durante el baño, usar juguetes que floten, libros de agua, regaderas… etc.

  • Arena o granos: podéis dejar que el bebé manipule, agarre, suelte y juegue con arena o legumbres, permitiéndole mezclar texturas y hacer trasvases a otros recipientes.

  • Música y ritmos: podéis utilizar instrumentos (tambor, maracas) o fabricarlos a partir de objetos de casa (caja de zapatos, cacerolas, botellas llenas de agua o de arroz) para hacer ruidos, sonidos y ritmos. Así practicaréis la imitación, los turnos en el juego, la escucha y la sincronización. Ya os comentamos en otra entrada la gran relevancia que tiene la música en el desarrollo


Para terminar, recordad que lo más importante es respetar la disponibilidad del peque y no forzar estas actividades si percibimos que no le están resultando agradables en el momento.


Por supuesto, siempre hay que dejar espacio para dar rienda suelta a la creatividad y al placer de interactuar con nuestro bebé, sea cual sea la manera espontánea en que esto surja 😊.


¡A disfrutar!


--------------------

Algunas fuentes en las que nos hemos inspirado para esta entrada:



Imágenes: freepik

312 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page