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  • Nuria Polo Cano

El desarrollo de la voz cantada


Si me preguntáis cómo aprendemos a cantar, la respuesta suele ser: los niños, todos los niños, aprenden a cantar, solos, de forma natural. Y, la verdad, no sabemos mucho más.

El desarrollo del canto o de la voz cantada, va de la mano del de la voz hablada. Ya os hablamos sobre la adquisición de la voz aquí. Os contábamos que los bebés lloran con una intensidad alta (por encima de la conversación normal) para que sean percibidos sin dificultad y necesariamente hagamos caso a los bebés. Esta potencia en el llanto se consigue porque la respiración de los bebés es abdominal, esto es, llenan todo su pulmón de aire (al crecer solo usamos uno o dos tercios de la capacidad total de nuestros pulmones) y utilizan toda esa energía para llorar y poder captar la atención de los adultos satisfactoriamente. No obstante, aunque estas características son óptimas para cantar, como son más pequeños, sus pulmones también son más pequeños, con lo que tienen una capacidad pulmonar menor. Por ejemplo, a los 4 años tienen una capacidad de en torno a 0,6-0,7 litros, mientras que un adulto alcanza los 5 litros. Además, el tiempo medio de fonación, el tiempo que podemos hablar entre dos respiraciones, es de entre 15-20 segundos en los adultos, mientras que en los niños es de 7-8 segundos. ¿Os habéis dado cuenta, cuando los niños cuentan historias, como se ahogan al contarlas rápidamente? Una de las razones es esta. Todas estas capacidades fisiológicas tendrán repercusiones sobre la producción y el mantenimiento de la voz cantada a edades tempranas.

Imagen de Sergeant & Welch (2009) que muestra el aumento de la intensidad vocal que se produce durante el desarrollo.

Pero no solo la intensidad, otra característica del habla, y del canto, de los bebés es que el velo del paladar y la epiglotis están muy cerca, en su caso la úvula y epiglotis se tocan y su tracto vocal es estrecho y corto, además de que las cuerdas vocales son pequeñas. Acústicamente tiene como consecuencia que el sonido salga amplificado y muy agudo. Por eso, sus voces y su forma de cantar es aguda, estridente, chillona y puede resultar incluso molesta. ¡Pero son muy graciosos cuando cantan! Como en este vídeo:

Así pues, las primeras vocalizaciones de los bebés se conocen como balbuceo. Se trata de una fase prelingüística, una etapa previa de entrenamiento para el lenguaje, requisito universal y obligatorio para que se desarrolle el lenguaje. El balbuceo se caracteriza por una primera producción de sonidos comunes a todas las lenguas que va evolucionando poco a poco hasta que cada vez se parece más a los sonidos de la lengua materna. A medida que los bebés van creciendo este juego vocal, placentero y de exploración, se va pareciendo cada vez más a las vocales y consonantes de su lengua. Más o menos sobre los 6-9 meses se repiten las cadenas silábicas de consonante vocal con los sonidos cada vez más propios de su lengua. Es lo que se conoce como balbuceo reduplicativo o canónico. Pero lo más interesante es que en este periodo, habla y canto no se diferencian, por lo que también se suele llamar a esta etapa balbuceo musical (Moog, 1976). Y parece que los bebés que producen mayor cantidad de vocalizaciones son los que precisamente han recibido más input musical (Tafuri & Villa, 2002). ¡Así que os animamos a hablar y a cantar mucho a los bebés! Os dejamos un ejemplo de balbuceo musical en el vídeo:

Así las cosas, no es hasta por lo menos 2 años que se pueden diferenciar las manifestaciones cantadas y habladas de los bebés (Dowling, 1984) y es más o menos a partir de edad, entre los 2 y 3 años, cuando su tono de voz es estable. Esto implica que hasta esta edad no tienen el control motor suficiente de las cuerdas vocales. A partir de entonces, se dan cuenta de lo divertido que es cantar e inventarse las palabras de las canciones, pero no es hasta los cuatro años que son capaces de cantar con el tono adecuado. Parece que existe un periodo crítico hacia los 6 años, donde se cierra el periodo llamado del oído absoluto (la capacidad de reconocer un tono sin otro de referencia). El desarrollo de la voz cantada se culminará sobre los 6-7 años, cuando sean capaces de producir un rango tonal parecido al de los adultos. Algunos niños terminan el proceso del desarrollo de la voz cantada satisfactoriamente entonando correctamente, pero otros no; lo más curioso es que no sabemos por qué. Por eso se dice que el canto es una cualidad innata…

En el vídeo podéis oír a una niña de 3 años entonando perfectamente:

Así Welch (1986) desarrolló su modelo de desarrollo de la voz cantada en 4 fases, que se pueden apreciar en el esquema de hitos evolutivos que se van completando en el desarrollo del canto infantil.

Otro dato curioso es que los hablantes de lenguas tonales (p. e. el chino), como tienen mayor control de los pliegues vocales, cantan mejor y además aprenden a cantar antes (Mang, 2006).

Más allá de estos pequeños hitos en el desarrollo de la producción vocal cantada no se sabe mucho más. Sabemos, porque es evidente, que todos los seres humanos cantan, independientemente de su cultura, y que algunos de ellos cantan bien, afinadamente, sin instrucción explícita, así que parece que el canto es una cualidad innata. Lo que no sabemos es por qué algunas personas cantan mejor que otras; aunque sí parece que a mayor exposición a input musical, mejora la voz cantada. Finalmente, hay una creencia extendida sobre el canto que necesita comprobarse: las niñas cantan mejor que los niños porque hablan más. Tendría que probarse primero que las niñas hablan más y después que canten mejor…

En Traberitea nos gusta reconocer la importancia de la música y la interacción musical temprana entre los peques y sus cuidadores, y por eso investigamos cuestiones relacionadas con la voz, el habla, la canción y el desarrollo de las habilidades musicales en la primera infancia.

¿Os animáis a seguir investigando con nuestro equipo?

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